Actualmente, el mundo enfrenta las consecuencias de la pandemia ocasionada por el coronavirus (COVID-19); una enfermedad que, según se prevé, estará presente por un largo tiempo.
La presencia del COVID-19 supone un reto -muy grande- no solo para los gobiernos, sino también, para las diferentes industrias que mueven el sistema económico de cada país, pues estas, además de adaptarse para sobrevivir a la crisis, deben -de manera prioritaria- prepararse para la prevención de desastres dentro de sus organizaciones.
Tener un plan de seguridad y de prevención resulta fundamental para evitar cualquier riesgo o desastre que pueda suponer un trabajo adicional, al que ya se tiene hoy con el manejo de la enfermedad.
Por todo esto, en este blog queremos hablarle de cómo debe preparar su construcción, empresa, organización, proyecto, hogar, etc. para evitar incendios en tiempos de COVID-19.
Los incendios pueden originarse por múltiples causas como, por ejemplo, fallas en instalaciones eléctricas o de combustión, fugas de combustible o accidentes que involucren otras fuentes de fuego (fogatas, velas, cigarrillos, entre otros).
Según la norma NFPA 10 - 2018 de la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego de Estados Unidos (NFPA por sus siglas en inglés), existen cinco clases de incendios:
Una vez identificadas las clases, también es fundamental conocer las etapas de un incendio para entender la magnitud de una posible emergencia.
La primera etapa es la incipiente o inicial. En ese momento, no hay presencia de llamas ni de humo, pues todavía hay existencia de oxígeno en el aire; la temperatura es baja y hay poca cantidad de partículas como dióxido de carbono o monóxido de carbono, entre otros gases.
La segunda etapa es la latente, en ese instante comienza a aparecer humo a causa de la combustión del material que está siendo consumido por el fuego.
Finalmente, cuando ocurre la tercera etapa -la de combustión libre-, el oxígeno que existía en el aire toca la llama, ocasionando la expansión de este y aumentando el calor, el humo y los gases tóxicos. Esta etapa es considerada la más peligrosa, puesto que los gases que emite son letales para el ser humano.
Es importante tener en cuenta que cuando se inicia el fuego, este puede ser más o menos intenso según el entorno y las circunstancias en que se genere; sin embargo, el fuego puede extenderse rápidamente principalmente en aquellos lugares que no cumplen las normas básicas de seguridad, provocando que exista una probabilidad más alta de pasar a la última etapa de un incendio, que es el fuego incontrolado en ausencia de sistemas de seguridad industrial.
Ahora bien, en tiempos en que el sistema de salud pública está saturado ante el aumento de personas contagiadas por el COVID-19, se hace necesaria la acción y planificación conjunta entre hogares, instituciones y empresas, para afrontar los impactos del coronavirus y minimizar los riesgos para la salud y la seguridad pública que pueden desencadenarse tras un incendio; por esto, su organización debe:
Para el caso de industrias y comercios, lo primero que se debe hacer antes de iniciar el funcionamiento u operación de una empresa, es verificar que la estructura cuente con la adecuación y las medidas de protección necesarias para mitigar o facilitar la extinción de cualquier incendio que pueda ocurrir. Todo esto en función de cumplir las normas NFPA y NTC (exigidas por la ley).
Paralelamente, diseñar un plan de seguridad con medidas preventivas que se apliquen diariamente en su empresa y que sean de conocimiento para todo el personal, debe ser también una prioridad.
Tenga en cuenta que este plan debe estar adaptado de acuerdo a las necesidades específicas de cada organización, por lo que para su diseño debe contar con ayuda de personal especializado y calificado para abordar todos los puntos necesarios para su elaboración.
El plan de seguridad debe garantizar la identificación de los riesgos, es decir, catalogar todos los peligros a los que la empresa está expuesta, tanto por la actividad que desarrolla, como por su ubicación y riesgos naturales, entre otros.
Luego de identificar cuáles son los peligros que se quieren evitar, es momento de incluir en el plan de seguridad las medidas preventivas a implementar.
Adicionalmente, su empresa debe contar con un sistema de incendios que cumpla con los principios de detección, extinción, señalización y evacuación.
El sistema de detección de incendios es el encargado de detectar cualquier indicio de incendio; por esto, este sistema debe cubrir la instalación en su totalidad, asegurándose que no quede ningún lugar o espacio por cubrir.
Contar con un sistema de detección de incendios es clave para evitar la propagación del fuego, pues si se detecta a tiempo y se actúa de manera oportuna, termina siendo solo una pequeña fuente de fuego aislado.
Para lograr una protección óptima, el sistema de extinción va ligado al sistema de detección y se compone de los medios disponibles en la propia empresa para hacer frente al incendio: monitores, válvulas, sprinklers, extintores, gabinetes contra incendio, hidrantes, agua nebulizada, sistemas de espuma, sistemas NOVEC, etc.
La finalidad de la señalización es indicar -de manera clara- la ubicación de los equipos contra incendio, para que puedan localizarse rápidamente, incluso en situaciones de nula visibilidad. Así mismo, la señalización debe informar sobre el camino a seguir y las vías de evacuación.
El plan de evacuación comprende todas las acciones y procedimientos que deben realizarse ante una posible emergencia, con el fin de cuidar la vida e integridad física de las personas. Este plan debe dar a conocer las zonas de peligro, zonas de seguridad, vías de evacuación y equipos de protección para actuar eficientemente.
Así mismo, toda empresa debe contar con una brigada capacitada para actuar como primer respondiente en caso de un conato (primera fase del incendio).
Como lo vimos anteriormente, toda construcción, empresa, organización o proyecto debe contar con un buen plan de seguridad que comprenda: identificación de riesgos, acciones de prevención y manejo de emergencias; así mismo, debe tener una correcta señalización contra incendios y un buen plan de evacuación para actuar oportunamente ante cualquier emergencia.
Lamentablemente, la cultura de prevención no hace parte de muchas industrias, de hecho, los temas de salud, prevención y seguridad muchas veces pasan a un segundo plano; sin embargo, es importante entender que esto debe hacerse no solo para cumplir las exigencias legales, sino también, para evitar cualquier calamidad que pueda poner en riesgo la vida de todos los colaboradores.