Colombia posee una enorme riqueza en su diversidad climática y geográfica, selvas, llanuras, cordilleras, campos y páramos de los que se desprenden cientos de recursos naturales útiles para su consumo y explotación.
De este modo, podríamos decir que en las actividades primarias del país sobresalen aquellas derivadas de la extracción de la tierra, es decir, del petróleo, el carbón, el oro, las esmeraldas, la plata y el platino. Sin embargo, la industria en Colombia también es muy importante.
Aunque se considera una actividad secundaria, la producción industrial es una significativa fuente de riqueza en Colombia, especialmente porque genera empleos formales, estimula las exportaciones y contribuye al Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Para nadie es un secreto que la industria en Colombia debe hacer miles de piruetas para poder subsistir, razón por la que miles de empresarios y emprendedores piden al Gobierno disminución de los impuestos y pagos exigidos para su funcionamiento, pues normalmente significa un gran porcentaje de las ganancias de la empresa, lo que supone un impedimento para su inversión y crecimiento. Una situación que se agudizó a raíz de la pandemia mundial por COVID-19.
Balance 2020
Según el
Balance presentado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) , el 2020 dejó una nueva realidad y grandes lecciones para toda la industria; caracterizarlo resulta difícil, especialmente porque las transformaciones fueron muchas. No obstante, se podría hablar de una sexta revolución industrial, donde la transformación digital pasó a ser una necesidad apremiante.
Desde la política pública, significó una demanda importante de acciones de choque por parte del Gobierno para generar condiciones que eviten la pérdida de más empresas y fomenten las nuevas inversiones, entendiendo que el impacto de la pandemia no ha llegado a su fin y que las consecuencias negativas, tanto en el ámbito económico, como en el social, son inmensas, por lo que tomará muchos años recuperar lo perdido.
Perspectivas 2021
Las cifras entregadas por el
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en febrero de este año frente al cierre del 2020, revelaron que la producción industrial en diciembre pasado registró un crecimiento del 1,4 % anual, alcanzando terreno positivo por primera vez desde febrero; sin embargo, pese a esto, el consolidado anual terminó siendo devastador. De hecho, de las 26 actividades industriales del país, 25 registraron variaciones negativas, restando 10 puntos porcentuales en 2020, en comparación con las cifras de 2019.
Así mismo, de acuerdo con el
artículo presentado por el diario La República, la economía colombiana se contrajo un 6,8 % en 2020, la caída más grande desde 1975.
“Los sectores de explotación de minas y canteras, industrias manufactureras, construcción, comercio y actividades artísticas también registraron los datos más bajos de crecimiento en la historia, registrando caídas de 15,7%, 7,7%, 27,7%, 15,1% y 11,7%, respectivamente”.
En medio de este escenario y de pronósticos desalentadores, el sector empresarial se ha valido de la resiliencia y la innovación para salir adelante. El sector textil es uno de los grandes ejemplos, pues ha sacado provecho de la pandemia para apostarle a la confección de tapabocas, trajes y accesorios de bioseguridad.
Otro caso registrado por la revista Semana, fue el de Masglo, reconocida marca de productos para las uñas, que le apostó a la fabricación masiva de geles antibacteriales, jabones líquidos y desinfectantes.
Si bien los pronósticos de crecimiento son bastante pesimistas para este año, teniendo en cuenta la incertidumbre actual a nivel mundial, desde Prodeseg S.A. extendemos a todos los sectores de la industria colombiana un emotivo mensaje para salir adelante. Es el momento para que la industria aumente su importancia. La necesitamos.
¡Gracias por leernos!
¿Si necesita más información no dude en contactarnos?